AGUA CLORADA: SINÓNIMO DE CÁNCER
Artículo del Lic. Eduardo Omar Bonvissuto
Por otro lado, en su aspecto químico, la CLORACIÓN
del agua para potabilización produce compuestos clorados de
diverso tipo y la concentración de estos es MUTÁGENA,
GERATOGÉNICA y CARCINÓGENA a largo plazo.
Un estudio realizado por el Consejo para la Calidad del Medio Ambiente
de los EE.UU., demostró que el riesgo de CÁNCER entre
quienes BEBEN AGUA CLORADA es un 93% más alto que entre aquellos
cuya agua no contiene cloro.
Se sospecha que la ducha es la causa primaria de los elevados niveles
de CLOROFORMO en casi todas las casas, como consecuencia del cloro
contenido en el agua (Lance Wallace, científico de la E.P.A. de
EE.UU.)
Según Martín Fox, en su libro “Agua saludable para
una vida más larga”, beber agua corriente tratada con cloro es
peligroso, sino MORTAL, para la salud. Con una sola precaución –
beber agua NO clorada- puede salvar miles de personas de enfermedades
del
corazón y del cáncer, los dos mayores asesinos
degenerativos
en los EE.UU..
Para Joseph M. Price, en “Coronarias, colesterol y cloro” dice “nada,
pero nada, puede negar el hecho incontrovertible de que la causa
básica de la ARTEROESCLEROSIS y de los ataques clínicos
tales como ATAQUE CARDÍACO y la forma más común de
APOPLEJÍA, ES EL CLORO el cloro contenido en el agua que ha sido
sometida a proceso de potabilización.
Un estudio publicado por el “American Journal of Public Heath”
estima que el consumo prolongado de agua potable con cloro es el
responsable del 9% de todos los cáncer de vejiga y del 15% en el
caso de cáncer de recto.
Investigadores del Colegio Médico de Wisconsin de la Escuela de
Salud Pública de Harvard concluyeron que es la
combinación del cloro con contaminantes procedentes del suelo y
la vegetación, presentes en el agua, la que produce su efecto
cancerígeno. Cuando las aguas naturales son tratadas con cloro y
entran en contacto con sustancias presentes en el humus (como restos
vegetales o cañerías cuya estanqueidad no exista, por
ejemplo), se producen los llamados TRIHALOMETANOS.
Estos contaminantes son comunes en el agua de superficie, como son los
lagos, represas, ríos como el de la Plata, pero no ocurre
lo mismo con aguas extraídas de pozos ya que no están en
contacto con el humus superficial (Crónica, 30/05/93).
Los TRIHALOMETANOS en general, y el CLOROFORMO en particular (conocido
carcinogénico), se encuentra en el agua potable como directa
consecuencia de la práctica de la cloración, medida de
salubridad aplicada desde largo tiempo atrás para la
desinfección del agua potable, según Francis T. Mayo,
director del laboratorio Municipal de Investigaciones del Medio
Ambiente de EE.UU.
Estos compuestos que se forman a partir de la combinación
del cloro con otros contaminantes orgánicos (30% en el
río
de la Plata) lanzados al agua, son los causantes del aumento del riesgo
de contraer cáncer.
Donde el agua es bombeada de un acuífero que contenga materia
orgánica o en redes defectuosas donde entren elementos
contaminantes superficiales, esa agua tratada con cloro, presenta los
mismos riesgos. Cuanto mayor es el cloro agregado, mayor la
probabilidad de contraer cáncer de vejiga y de recto
(Crónica, 18/02/93).
Según el Dr. Robert Morris, investigador del Colegio
Médico de Wisconsin, “mientras más cloro se use,
más peligrosa es el agua. La relación entre el
cáncer y los subproductos resultantes del tratamiento del agua
potable con cloro parece ser mayor a medida que se aumentan las dosis
de cloro”.
La vejiga y el recto son especialmente vulnerables al cáncer
debido a que ambos órganos almacenan residuos corporales durante
largos períodos.
En los ríos subterráneos o acuíferos del mundo, la
mayor parte de ellos contienen agua pura por naturaleza. Más del
90% del suministro total de agua potable del mundo procede del subsuelo
según la Mater Control Federation.
La cloración - utilizada por las plantas potabilizadoras-
se usa para matar gérmenes. “Existen otros procedimientos pero
son muy caros” afirman en Aguas Argentinas.
Investigadores del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU.,
descubrieron que el agua clorada duplica el riesgo de contraer
cáncer de vejiga. La combinación de materia
orgánica con cloro –como
el cloroformo, que se extrae de las hojas de los árboles- ha
causado
CANCER DE HÍGADO.
Este tipo de plantas de tratamiento no está preparadas para
procesar y anular ciertos elementos infecciosos como el plomo, el
arsénico, el radón (gas radiactivo), nafta y los
nitratos.
El proceso utilizado “es bastante sencillo en nuestro país y se
eliminan, en general, las partículas que están en
suspensión y las que se pueden retener” afirman en Aguas
Argentinas. Pero, ¿y aquellas que no son ni filtradas ni se les
puede hacer ningún tratamiento y que son enviadas por la red a
consumirse con toda tranquilidad?.
Un informe del P.N.U.D. (Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo) expresa que 1 de cada 6 niños tiene un nivel
demasiado
elevado de plomo en sangre.
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